Bio

Toda mi familia recuerda que el día de mi nacimiento mi madre no dio realmente a luz sino que dio a flash. Una suerte de parto luminoso que, desde entonces, me hace ver la vida de manera intermitente.

Unos añitos más tarde, mi revoltosa curiosidad ocasionó la caída de mis gafas en la sopa de letras que me estaba tomando. Ese fue el momento vital en el que, por primera vez, mis lentes entraron en contacto directo con el mundo de la gastronomía.

Sería materia de diván psicológico saber cuánto pudo haber pesado ese incidente de mi niñez en la futura elección de mi trabajo profesional. El caso es que mis cámaras fotográficas se han visto rodeadas de alacenas, cocinas, mercados y comestibles durante todos mis años de trabajo. Desde luego, nadie podrá negar que mi labor carece de buen sabor.

Aprovecho la ocasión para agradecer que empresas como Campofrío, Navidul, Marqués de Cáceres, Starlux, Pastelerías Nunos, Arroces SOS, Hellmans, Pastelerías Mallorca, Chocolates Côte D´or, Suchard, Sánchez Romero, Carrefour, Revista Restauradores, El País, El Mundo, El País Aguilar, Dagens Nyheter, RBA Editores, Planeta, Grupo Z, Ronda Iberia, Madrid Fusión, Club Millesime, Barilla, Heineken España, Grupo V… hayan sido receptoras de mis servicios fotográficos durante todos estos años.